Un plato con muchos colores y sabores contrastantes. Las lechugas de sabores intensos complementan muy bien la dulzura y suavidad de la pechuga de pavo. Un plato verdaderamente fácil de preparar y que puede servir como un estupendo lunch en la oficina o la escuela.
Ingredientes (Para 4 personas)
Ingrediente | Cantidad | Unidad |
Lechuga escarola | 1 | pieza |
Lechuga radicchio | 1 | pieza |
Jitomate cherry | 12 | piezas |
Mostaza antigua | 4 | cucharadas |
Miel de abeja | 5 | cucharadas |
Pechuga de pavo cruda | 4 | porciones |
Aceite de oliva | 2 | cucharadas |
Procedimiento
1. Laver bien y desinfectar las lechugas. Cortarlas en trozos grandes y regulares. (Alternativamente, puede adquirirse un paquete de lechugas variadas ya desinfectadas, siempre y cuando sea una variedad de sabores potentes como las sugeridas).
2. Lavar los jitomates cherry y trozearlos por mitades.
3. Preparar una marinación con la mostaza y la miel. Mezclar bien e impregnar las pechugas de pavo por ambos lados con ellas.
4. Calentar una sartén con el aceite de olivo y freír las pechugas por ambos lados en ella a fuego medio. Las pechugas estarán listas cuando empiecen a tomar un agradable color dorado por fuera, producto de la caramelización de la miel. Cuidado: si se quema demasiado, el resultado puede ser desagradable (y poco saludable).
5. Cortar las pechugas en fajitas y colocar sobre una cama de la mezcla de ambas lechugas, acompañando con los jitomates cherry.
¡Buen provecho!
Gracias por la receta y al ver la foto ya se me antojo